Región Pátzcuaro
Del imperio Purépecha al corazón de la ruta Don Vasco.
El Lago de Pátzcuaro es uno de los lugares más emblemáticos de Michoacán. Donde la celebración de Noche de Muertos, fue declarada Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad.
La región de Pátzcuaro es una zona de pueblos típicos eminentemente artesanales como Tzintzuntzan, Santa Clara del Cobre, Cuanajo, Tupátaro, Erongarícuaro y Quiroga, entre otros.
Pátzcuaro es uno de los puntos que más identifican al estado de Michoacán. Un apacible pueblo de calles empedradas, casas señoriales, plazas arboladas y portales siempre concurridos. Este pueblo mágico es una verdadera joya de la arquitectura colonial, donde se pueden apreciar monumentos religiosos de estilo barroco y neoclásico, así como construcciones de adobe y teja que le dan un singular aspecto, en armonía con plazas y fuentes. Además del trato siempre amable de su gente que conjuga a una atmósfera de encanto que invita a volver una y otra vez.
Recorrido Histórico por Pátzcuaro
Pátzcuaro es uno de los puntos que más identifican al estado de Michoacán, fundado por Don Vasco para ser el centro político y religioso de la región, así como lugar de encuentro y convivencia. En el año de 1540, Don Vasco de Quiroga trasladó de Tzintzuntzan a Pátzcuaro el Obispado de Michoacán, levantó la Basílica de Nuestra Señora de la Salud y fundó la primera universidad de México, el Colegio de San Nicolás, hoy el interesante Museo de Artes e Industrias Populares.
La mayoría de los poblados de la zona lacustre de Pátzcuaro tienen sus antecedentes en la época previa a la conquista, donde Don Vasco de Quiroga, primer obispo de Michoacán, estableció los pueblos hospitales, espacios para los pobres y casas de huéspedes para viajeros.
Vasco de Quiroga enseñó a los indígenas, nuevas técnicas de elaboración artesanal que enriquecieron las prehispánicas. La producción de artesanías de estos pueblos consiste en trabajos de madera, hierro forjado, cobre, hojalata, alfarería y textiles.
Pocos lugares en México pueden presumir más de 500 años de historia y Pátzcuaro es uno de ellos.
Recorrer este Pueblo Mágico es una delicia para fotógrafos y curiosos. Por las mañanas, la actividad se concentra en la plaza Gertrudis Bocanegra con el ir y venir de personas al mercado, un excelente lugar para probar y comprar productos típicamente michoacanos como los charales secos, las corundas rellenas o el queso cotija. Por las tardes los restaurantes, cafés, neverías y mezcalerías de moda congregan a locales y foráneos bajo los portales de la plaza Vasco de Quiroga. Y siempre con la música tradicional que danzan los viejitos.
Noche de muertos, conoce la tradición
Aquí la muerte llena de vida los hogares, panteones y veredas, que rebosantes de altares, flores, comida y velas, manifiestan la riqueza tradicional de este estado.
En la noche del primero de noviembre se colocan ofrendas en las tumbas de quienes en vida ya no existen, para venerar lo que fueron, los ritos se llevan a cabo según las costumbres de cada región. Mujeres y niños de la isla llegan al panteón y se dirigen hacia las tumbas de sus antepasados bajo un silencio que contrasta con la luz de las velas, mientras colocan los alimentos predilectos de sus difuntos y su petate. Las ofrendas del día de muertos son altares de origen prehispánico. Estos eran dedicados a distintas deidades y se colocaban en fechas diferentes. Sin embargo, la del señor de los muertos, Mictlantecuhtli, se celebraba en el mes que ahora conocemos como noviembre. Esta coincidencia fue aprovechada por los evangelizadores durante La Colonia para hacer un sincretismo entre el cristianismo y las creencias religiosas autóctonas.
Entre los antiguos mexicanos se realizaban significativos rituales alrededor de la muerte, los cuales impresionaron tanto a los primeros conquistadores que, a través de la evangelización, introdujeron nuevas ideas, dando lugar a un sincretismo religioso muy marcado. Antiguamente, Tiripetío era un importante centro religioso dedicado a los antepasados. Ahí se ofrendaban flores amarillas (cempasúchil) y en el día consagrado a los muertos los mexicas subían al techo de su casa y gritaban el nombre de sus antepasados (dioses primigenios) mirando hacia el norte, para que recibieran los alimentos que habían puesto en la puerta.
Durante la Colonia la costumbre se fue arraigando poco a poco en Michoacán, a tal punto que actualmente es el centro de atención de nacionales y extranjeros.
Atractivos en Pátzcuaro
El antiguo Templo de San Agustín es hoy hogar de la biblioteca pública, cuyas paredes fueron decoradas con murales de Juan O’Gorman, mismos que relatan la historia de Michoacán desde la época prehispánica hasta la Independencia. A un costado se encuentra el Teatro Emperador Caltzontzin, donde hay otros dos murales: uno sobre el encuentro del Rey Tanganxoan II con Cristóbal de Olid, y otro sobre los artesanos de la región.
Mandada a construir por Don Vasco de Quiroga, la Basílica de Nuestra Señora de la Salud, se convirtió en la primera catedral de Michoacán. Donde en ella está enterrado el obispo y se adora a la santa patrona; una hermosa imagen modelada en pasta de caña de maíz que data del siglo XVI. Muy cerca está el Antiguo Colegio de San Nicolás Obispo, el Ex Convento de San Agustín, la Fuente del Torito y los templos de San Juan de Dios, de San Francisco, el Hospitalito y el Santuario de Guadalupe.
Camina por la imponente Plaza Vasco de Quiroga, rodeada de jardines y casonas de muros blancos con techos de tejas, lo que la convierte en una de las plazas más bellas del país.
Déjate seducir por sus lagos y paisajes, su arquitectura y sus platillos tradicionales. Empápate de historia y tradición, conoce los lugares más emblemáticos de Pátzcuaro:
Museo de Artes e Industrias Populares y el Mercado de Artesanías de Madera
Casa de los once patios
Lago de Zirahuen y Tzintzuntzan s
Mirador El Estribo
Muelle General
Janitzio y Las Yacatas
Templo del Sagrario
Nevería La Pacanda
La Danza de los Viejitos, una baile de origen ancestral
La Danza de los Viejitos es uno de los bailes folclóricos más populares de México. Su origen viene de la época prehispánica, cuando la cultura purépecha realizaba ofrendas al Dios Viejo o Dios Sol (Tata Jurhiata), con el objeto de tener buenas cosechas, antes conocida como T’arche Uarakua.
La Danza de los Viejitos nació específicamente en el pueblo de Jarácuaro, ubicado en la región del lago de Pátzcuaro. En aquella época la danza sólo podía ser interpretada por los petámunis –los cuatro sabios principales de la comunidad-. Los petamunis solían hacer movimientos con su bastón al inicio de cada estación del año. Portaban una máscara que representaba la renovación estacional y la juventud. Con la Conquista, la danza fue prohibida, sin embargo, los grupos indígenas la continuaron realizando en secreto. Con el paso del tiempo, la danza perdió su sentido religioso y pasó a ser una sátira de los españoles.
Para danzar los participantes encorvan su espalda y zapatean, lo cual tiene como significado la fortaleza de la cultura purépecha y visten jorongo hecho con jerga, sombrero, camisa y pantalón de manta, ropa que se implementó durante la época virreinal.